Paz Martín Lozano

Mi primera conversación con mi invitada de hoy fue telefónica y ya me dejó claro lo justa y comprometida que era con esas personas anónimas a las que les tiene que agradecer algo. Siempre espera a ver el momento para agradecerles públicamente y eso dice mucho de su generosidad para con los demás. A las dos nos unía nuestra excelente amiga, la doctora Mercedes Herrero, con quien también me tomé un café hace dos años

Paz tiene un CV de esos de vértigo pero, además, es de esas personas que no deja de sorprenderte, descubriendo constantemente nuevas facetas, tanto de manera personal como profesional, por lo que hacen de ella una mujer muy interesante.

Hace dos años me animó a sumarme a la asociación que preside BPW (Business and Professional Women´s Foundations) de Madrid y no lo dudé ni un solo instante. Además, meses atrás Paz también ha sido elegida Presidenta del Comité Permanente de Negocios, Comercio y Tecnología de BPW Internacional.

Si hay algo en lo que Paz destaca, es su capacidad de trabajo y lo activa que es. Cuando estás cerca de ella te agota, pero a la vez te contagia de vitalidad, te ilusiona con sus proyectos y lo mejor, te hace disfrutar y aprender mucho de ellos. No para de pensar en nuevos retos e iniciativas y a pesar de ser una persona muy ocupada, siempre que necesitas algo de ella, o le expones un proyecto que le parece interesante, inmediatamente se pone a tu disposición para llevarlo a cabo ¡todo un privilegio!

Me encanta de ella, que, a pesar de llevar al partido socialista tatuado a sangre, es de esas personas demócratas, que escucha y piensa que, si tu propuesta o pensamiento es válido, respetuoso y justo, da igual el color que lleve. Es mejor buscar lo que nos une, que lo que nos desune y luchar todos en la misma línea. Todo esto hace que tenga amigos con todos los colores y es un gusto ver a polític@s así, la pena es que los que quedan, están en peligro de extinción.

Por todas estas cualidades, además de por su lucha y trabajo de todos estos años, hace que Paz tenga grandes amigos en diferentes lugares de la sociedad, por lo que cada vez que les llama para defender una causa, asistir a un acto o evento, se dejan ver en los mismos.

Paz tiene un fantástico poder de convocatoria, por lo que los encuentros que organiza tienen éxito garantizado, aportando grandes personalidades y profesionales a los actos de nuestra querida BPW Madrid.

En mi compromiso por la igualdad, llevo varios años participando en diferentes asociaciones que he ido dejando por diferentes circunstancias. En algunos casos por falta de tiempo, por encontrarme con cosas que no me esperaba y en otros, por no coincidir con mis expectativas iniciales. He de reconoceros que en BPW Madrid, hasta el momento, supera con creces todo aquello que esperaba. En mis dos años de actividad en la Asociación, también me he encontrado con mujeres fantásticas unidas por la construcción de un mundo más justo e igualitario. Pero lo que más me gusta es la diversidad de cada una de sus asociadas, diferentes en muchas cosas; profesiones, gustos y criterios, de las que se aprende y descubren aspectos, puntos de vista o simplemente vivencias, tremendamente ricas que te aportan un aprendizaje constante.

Otra importante virtud de mi invitada de hoy es que siempre te deja brillar dentro de BPW Madrid, te da oportunidades, te acompaña y te escucha para llevar a cabo todas las iniciativas que se sugieren y finalmente se organizan, dejándote participar de manera activa en todas ellas. Es una persona conectora que ofrece puentes tanto en lo personal como en lo profesional y se pone a tu disposición para lo que necesites. Nos valora y felicita continuamente en aquellas cosas que merecen la pena mencionar, tanto de una empresa, como de una persona concreta, uniéndose constantemente a nuestros éxitos y logros. Un claro ejemplo de Sororidad.

Como podéis imaginaros estoy super contenta de participar en BPW Madrid y estar rodeada de mujeres tan fantásticas, diversas y plurales. ¡Un placer Paz que nos uniera el destino! Y gracias por querer tomarte un café conmigo.

Aquí os dejo el fantástico artículo de Paz Martín Lozano.

¿Quieres echar un vistazo a los cafés de otras ediciones?

Cualquier poder que no se basa en la unión, es débil.

‘No todos lo podemos todo’
Virgilio

Tomando un café con Alicia Gracia, directora de byperson me ha hecho reflexionar sobre las diversas formas que existen de comportarte ante la vida, de buscar acomodo ante las demandas que la sociedad nos exige como individuos y encuentro muy sugerente, la elección de seguir, o no, lo que está de moda. Es en esa dicotomía personal como mujer que soy, de seguir las tendencias imperantes o mantenerme fiel a unas convicciones o valores reflexionados; donde creo que podemos dar la medida de lo que somos en el contexto social. Hablo de moda en un sentido amplio y general, que contempla tanto el convencionalismo social, la corrección política y hasta los gustos personales. Cuando aplico este prisma en la observación de la economía, la producción y las relaciones laborales, se me aparecen dinámicas que chocan con el valor real que las mujeres debemos representar tanto en el mundo de las empresas como de las instituciones.

No seré yo quien descubra ahora que la mujer tiene una gran presencia general pero poco peso en los núcleos de decisión. Esto que ya comienza a convertirse en tópico, y como tal a vaciarse de contenido, es a mí entender una realidad incontrovertible. Más allá de magníficos ejemplos de mujeres insertas en los órganos de gestión de las grandes corporaciones todavía nos cuesta un esfuerzo añadido escalar en esa pirámide. Es verdad que las mujeres estamos cada vez más concienciadas de que podemos y debemos empoderarnos, de que nuestra aportación es vital. En una economía de libre mercado, que comienza a mostrar síntomas de desorientación, como la contemporánea, y más aún al ver los efectos de una crisis globalizada y profunda, se han de revisar los principios y paradigmas básicos del sistema. Este sistema que nos permitió elevar los niveles de bienestar y riqueza de forma sostenida desde la II Guerra Mundial.

Hoy los retos sociales, políticos, económicos y medioambientales a los que nos debemos enfrentar necesitan que todos aportemos los mejores recursos de que disponemos y en este contexto los de las mujeres todavía están, en buena medida, en estado potencial.

Es necesario una transformación pronta al estado dinámico. No como una concesión, sino como un imprescindible impulso energético que ha de recorrer de forma transversal todos los ámbitos de nuestra cultura económica. Para los clásicos, la crisis se producía cuando lo anterior se había agotado, pero no había surgido todavía lo nuevo.

Ese interregno, que significa la crisis, es el momento más propicio para generar nuevas ideas; para regenerar y revitalizar. Es por tanto el mejor momento para que la mujer tome de una vez por todas la rienda que una sociedad masculinizada de la producción solo nos presta.

No se trata de que pongamos en el centro de nuestra mesa de lectura “El Príncipe” o el “Arte de la Guerra”. Apostaría más por instalarnos en esa “habitación propia” que Virginia Wolf concretó en libertad y autonomía para las mujeres o dando un paso más allá en esa “habitación con vistas” de E.M. Foster desde la que despertar los mejores proyectos y sentimientos, los más frescos y atrevidos ante los que tratan de amordazarles y acabar con ellos. Ese lugar desde el que poder ver todo lo que somos capaces de lograr: ese cien por cien de éxito de las empresas que generan microcréditos para la mujer en los países por desarrollar; esa colonización de empresas emprendidas por mujeres valientes que han chocado con el deterioro del mercado laboral en el que salimos notablemente perjudicadas; esa presencia imparable de la mujer en los sectores de mayor valor añadido y, sobre todo, esa imaginación, capacidad de trabajo, eficacia y buenos resultados que aportamos en la innovación, en la tecnología, en el desarrollo, en el pensamiento…

Es, pues, un momento propicio para la mujer, a pesar de señales negativas de reversión a prácticas machistas e insolidarias. Podemos hacer frente a esa moda que no compartimos y que nos quiere hacer menos visibles. Implantemos una nueva, necesaria, reflexionada y colaborativa; que no es impuesta sino buscada y aceptada. No nos conformamos con cuotas representativas, con determinados departamentos o profesiones propicias, salgamos a crear nuestro propio empoderamiento, que en nuestras manos será el de todos. Porque cualquier poder que no se basa en la unión, es débil.

Paz Martín Lozano

Presidenta de BPW-Madrid

Share this post

Related Posts