Funnypop

En este mes de septiembre, caracterizado por los nuevos proyectos, retos y metas para el curso que  comienza, queremos compartir con todos vosotr@s la entrevista que nos ha concedido Enrique de Mora, donde nos da pautas de cómo deberíamos  funnypopizar las empresas.

      En byperson nos seguimos funnypopizando cada día, disfrutando y siendo eficaces con lo que hacemos.

     El pasado año tuvimos la suerte de conocer a Enrique de Mora (Consultor, conferenciante y escritor) en el primer Congreso sobre gestión del cambio organizacional, patrocinado por byperson. Las palabras que nos dedicó en la apertura del congreso, además de divertidas, fueron muy interesantes y motivadoras.

        Funnypopizate

1.- ¿Podrías describir a los principales personajes que aparecen en la novela y cuál es su función en la empresa?

Los protagonistas son tres cuarentañeros, más que cuarentones, cuyas vidas confluyen alrededor de una empresa familiar en crisis, Cristalia. Luis, el nuevo director general, necesita siempre retos, por lo que enderezar el rumbo de Cristalia se convierte en su objetivo. Jorge, el director de marketing, busca más bien seguridad y estabilidad y la encuentra en la Cristalia que se va transformando, gracias al liderazgo sólido y sereno de Luis –quién sabe extraer lo mejor de Jorge-. Por último, Carolina es la directora de una pequeña consultora estratégica que, desde su perspectiva externa y fresca, ayuda a Cristalia a encontrar el buen camino. Son dos hombres, una mujer y un destino, el del éxito profesional aderezado con la alegría de vivir.

2.- ¿Cómo se enfrenta un nuevo directivo a una empresa anclada en el pasado y que ha estado caracterizada por una gestión muy personalizada (la de una familia)?

Lo que hace Luis Arjona, el nuevo director general de Cristalia, es ganarse la confianza de la familia propietaria, a pesar de tener estilos de gestión antitéticos. Después, observa, pregunta y escucha mucho para entender los entresijos de la empresa. A partir de ahí, lanza retos ambiciosos pero posibles apoyándose especialmente en aquellos directivos de la organización más competentes e ilusionados por el reto de reflotar la empresa.

3.- ¿Podría poner algún ejemplo concreto que se utilice en el libro de cómo un directivo puede convencer a la gente más anquilosada a emprender nuevos retos?

Entre los individuos más anquilosados, suele ser necesario diferenciar aquellos recuperables de los que no lo son, quizá tras dar a todos una oportunidad. Los irrecuperables, es decir, aquellos que no sólo ya no suman, sino que frenan iniciativas y que “contaminan” a la organización, hay que prescindir de ellos. En “Funny-Pop”, la gente anquilosada pero recuperable se va animando y “enganchando” a la nueva etapa gracias al clima sano que empieza a percibir.

Una persona insatisfecha es una fuente de complicaciones, mientras que una persona feliz, o razonablemente feliz, es una fuente de creatividad, de “contagio” de positivismo,… Los mejores equipos combinan en la dosis adecuada veteranía (seniority) con juventud (juniority), en ambos casos, con talento y motivación.

4.- ¿Podría resumir cómo se realiza la transformación de la empresa familiar que está en crisis del libro?

La historia transcurre a lo largo de cinco años. El primer año es el del cambio profundo, el segundo de ajuste y los siguientes de desarrollo de nuevos métodos y, finalmente, de eclosión. El nuevo primer ejecutivo, un individuo interesante y lleno de energía positiva, demuestra de buenas a primeras un estilo de liderazgo sólido e integrador. Bien apoyado interna y externamente, sabe detectar los principales puntos a “atacar”: la falta de innovación en productos y procesos, la falta de ilusión en las personas y un marketing trasnochado y tímido. En paralelo, identifica a los principales directivos pro-cambio y complementa el equipo gestor con nuevas incorporaciones brillantes, al tiempo que se deshace de los directivos “tóxicos”.

5.- ¿Cómo se diferencia empresa funnypopizada de una que no lo es?

El verbo “funny-popizar” es una invención mía, a partir del término “Funny-Pop” que da nombre al libro. El por qué el libro se titula así y a qué se refiere ese nombre, mejor no revelarlo para no estropear la lectura…  Ese pequeño “suspense” se mantiene durante buena parte de la lectura y creo que es un ejemplo de que no se necesita un crimen para que haya intriga…

El término “funny-popizar” podría interpretarse como “transformar algo ineficaz y malhumorado en eficaz y bienhumorado”. Una empresa “no funnypopizada” es aquella en la que reina el desánimo, la desmotivación y el mal ambiente (porque los empleados no saben hacia dónde va la empresa, porque no se les tiene en cuenta…). En una empresa así, el trabajo en equipo y el compromiso suelen brillar por su ausencia. Además, una empresa de esas características es inevitablemente menos eficaz porque sus integrantes aportan mucho menos de lo que podrían.

Una empresa “funnypopizada” es exactamente lo contrario. El management no tiene porque estar reñido con el humor. En Estados Unidos, el concepto “to have fun” hace años que caló en las empresas modernas. De hecho, hay estudios que demuestran que un buen clima propicia mejores resultados (económicos incluidos).

6.- ¿Concretamente, cuáles son las prácticas de humor que recomiendas a las organizaciones?

Creo que, en los tiempos que corren, los jefes autoritarios no tienen razón de ser. Para dirigir personas y negocios, hay que saber manejarse con sentido del humor.

Al dirigir a personas, debemos tener siempre presentes las tres H: la de humildad, para darnos cuenta de lo que no hacemos bien; la de humanidad, para mover adecuadamente nuestras emociones, y, precisamente, la de humor, para aprender de nuestros fracasos. Si los directivos predican con el ejemplo, toda la organización se contagiará.

Otro ejemplo puede ser el lenguaje, la forma de expresarnos. Si revisamos los nombres de los cargos, de los proyectos, de las salas de reuniones,…-, haremos más grata nuestra vida y la de los demás.

Intentar cambiar algunas prácticas: dejar a los empleados una buena dosis de libertad (de movimientos, de expresión, de imaginación, de equivocación…), trasladar, de vez en cuando, el trabajo fuera de la oficina (reuniones en el campo, al borde del mar o en un parque, disparan la creatividad), celebrar y compartir los éxitos (una venta, la firma de un contrato, etc) y reírse de los fracasos (aprendiendo de ellos).

Por ejemplo, un comercial -o un equipo de ventas- desmotivado lo tiene realmente complicado para tener éxito en su función, es decir, vender. El buen humor, la ilusión, la fe, la confianza y el compromiso con la empresa aumentan exponencialmente las opciones de éxito comercial. No es sólo cuestión de actitud, pero ésta es fundamental en ventas.

7.- El libro, “Funny-Pop”, se centra básicamente en el humor como herramienta de desarrollo?

Esa es una “idea-fuerza” que está siempre presente: la ilusión y el humor generan productividad, rentabilidad y retroalimentación positiva.

Pero, el libro aborda el mundo de la empresa no sólo desde la perspectiva de la gestión de personas. Toca mucha estrategia, por ejemplo de marketing o de innovación. Aparecen continuamente temas que considero claves en el management actual o del futuro, como la capacidad de innovación, el sentido de la estrategia –disponer de un norte-, la toma de decisiones, saber trasladar los deseos y los sueños a la realidad, etc.

Uno de los objetivos que persigue este libro es que a través de una historia, podamos reflexionar sobre cómo mejorar las prácticas empresariales.

Por cierto, como en casi todo, en la gestión empresarial tendemos tendencia a complicar las cosas, y a diseñar cada vez procesos más complejos y laboriosos, que, a su vez nos llevan a métodos para controlarlos cada vez más engorrosos y así sucesivamente. En la empresa, como en la vida hay que buscar ¡simplicidad!

 8.- Desde luego, parece que hay muchas empresas “malhumoradas”. ¿Puede ser que algunas sean incurables?

Creo que la “funny-popización” debería ser factible en todo tipo de empresas y de sectores. No acierto a ver qué tipo de empresas puede prescindir de conceptos como “eficacia” y como “disfrutar”. Otra cosa es que existen algunos sectores y, sobre todo, algunos estilos de gestión empresarial muy anquilosados y cuya filosofía tiene alergia a todo aquello que suene innovador y a cambio.

Es evidente que hay gerentes poco proclives a que sus empleados disfruten del trabajo. Son los que más necesitan la “funny-popización”, aunque no lo sepan o se resistan… Si, a base de tiempo y esfuerzo, logras convencerles de que vayan introduciendo cambios, entonces debe acometer estos gradualmente. No se puede pretender que una empresa “decimonónica” se convierta en moderna de la noche a la mañana. Hay que respetar en la medida de lo posible la filosofía de la empresa y no poner todo “patas arriba” así como así.

9.- Por último, ¿Cuáles son las claves de la funnypopización de una empresa?

Las agruparía en el siguiente decálogo:

  1. Tener siempre claro el “norte”.
  2. Actuar con integridad.
  3. Contar con los mejores.
  4. Apoyarse en los demás.
  5. Innovar constantemente.
  6. Romper las reglas.
  7. Imbuirse de espíritu ganador.
  8. Admitir el error y el fracaso.
  9. Reconocer y celebrar los éxitos de todos.
  10. Disfrutar

funnypopización: eficacia y disfrutar.

Enrique de Mora es el director de la consultora estratégica Funny-Pop Consulting y autor, entre otros libros y artículos, de Funny-Pop. Te invitamos a que conozcas un poco más a este estudioso del comportamiento directivo y organizacional a través de su blog.

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