Borja Vara

Cuando conocí a mi invitado de hoy Borja Vara (Sales Manager Iberia at LinkedIn) estaba viviendo esa pequeña y a la vez enriquecedora crisis profesional de la que ya os he hablado.

No recuerdo muy bien cual fue el motivo por lo que después de una agradable conversación con una persona que seleccionamos como adjunta a dirección financiera, me comentó; “tengo un hermano que es socio de una Consultora de Selección y Headhunters, quizás él te puede ayudar a resolver alguna de tus dudas, hablaré con él”

He de reconoceros que me daba un poco de vergüenza llamar a aquel alto ejecutivo que seguramente estaba muy ocupado en sus negocios, para preguntarle no sé qué cosa. Durante varios días estuve marcando el teléfono pero finalmente siempre colgaba. Fue la providencia la que me dijo “vas justo al lado de la oficina de Borja y si su hermana le ha dicho que le ibas a llamar, puedes quedar un poco mal si no lo haces”. Me llené de valor y volví a marcar. Sorprendentemente y en contra de la idea que me había hecho yo solita, me atendió una persona tremendamente amable ¡Me lo puso súper fácil!

Cuando uno no esta en su mejor momento, todos los molinos se le vuelven gigantes y así es como me sentía esperando esa mañana en una cafetería de la calle Génova de Madrid. Por un momento tuve la tentación de salir corriendo. Pensé “y ahora que le vas a contar a este hombre, que no conoces de nada, tu vida, tus ideas, tus….” y de repente sentí ¡Socorro!

No me cansaré nunca de decir a Borja Vara una y otra vez, mil gracias por ese día, por su generosidad. No solo me lo puso de nuevo facilísimo, sino que me dedicó dos horas de su apretada agenda. Quizás él no lo sepa, pero ni el mejor de los Coach podría haber conseguido tantas cosas en tan solo dos horas. Aquella mañana fue el comienzo de varias determinaciones muy importantes para el futuro de byperson. También comprendí una vez más, que somos nosotros mismos los que nos forjamos creencias limitantes y que todas las crisis nos ofrecen un abanico infinito de oportunidades. Oportunidades para crecer como personas, como profesionales, para replantearnos cosas, para aprender, para ser más creativo, para decirnos que tenemos que cambiar esto o aquello ahora mismo, y que no puedo esperar a mañana, y así un largo etc… Desde aquí, al igual que me sucedió a mí, os invito a ver las crisis como una oportunidad para crecer y salir reforzado.

Como en otras ocasiones, con Borja Vara me ha vuelto a suceder, y es por eso que no me canso de repetirme a mí misma una y otra vez. “Alicia eres una auténtica afortunada” No eres una gran amiga, tampoco familia, ni compañera de trabajo. En estos 5 ó 6 años has coincidido con Borja 4 ó 5 veces, y siempre, absolutamente siempre que le has requerido para alguna cosa, no ha dejado de atender a todas y cada una de tus peticiones ¡Como tengo que agradecer a la providencia que siempre me ponga a mi lado gente estupenda!

Mil gracias Borja por tu generosidad, por tu exquisita educación, por tu conversación sencilla, culta y tremendamente amena, por tu disponibilidad, por tu gran expertise, y sobre todo, por esa inagotable sonrisa, que como sabes, es muy necesaria para contagiar a la vida…
Gracias Borja por querer tomarte un café conmigo.

¡Felicidades byperson por el décimo aniversario! Enhorabuena a todo el equipo y sobre todo a Alicia. Alguien que se merece todo lo bueno que le pase. Alguien que sabe escuchar.

Charlar con ella siempre es un placer: se interesa no sólo por lo que le cuentan sino también por quien se lo cuenta. ¡Nos vemos en el café de las Bodas de Plata!

¿Quién quiero ser de mayor?

Dicen que a partir de cierta edad las personas tenemos la cara que nos merecemos. Según esta teoría, no importa lo atractivo que seas a los veinte años; una vez entres en el último tercio de la vida tu cara será el fiel reflejo de lo feliz, triste, deshonesto o amable que seas.

A los niños pequeños se les suele preguntar ¿qué quieres ser de mayor? La respuesta normalmente es  algo así como “enfermera”, “abogado”, “bombero” o “astronauta”. Hace algunos meses, un amigo me dijo que él ha sofisticado la pregunta con sus hijos, optando por ¿quién quieres ser de mayor? Las respuestas van más en este caso por “una buena persona”, “alguien valiente”, “exitoso”, “generoso”, “importante”, “realizado”… y sobre todo: “alguien feliz”. Particularmente, me gusta la idea de un mundo de médicos, arquitectos, políticos y empresarios… felices. Estoy convencido de que esos profesionales contentos de levantarse cada mañana para ir a su lugar de trabajo serán más eficaces y productivos.

Las empresas se comportan como personas. Eso tan etéreo (y tan de moda) que es la cultura de una organización no es otra cosa que la suma de los comportamientos de todos sus empleados. Como en cualquier grupo humano, no todas las personas tienen la misma importancia. Cuanto más jerarquizada es la estructura, mayor es el peso del vértice de la pirámide respecto a la base.  Dos ejemplos extremos serían un ejército o un grupo de amigos. Por muy elevados que sean los valores que se escriban en una pared o por muchas veces que se repitan, no se verán reflejados en la empresa hasta que los directivos los lleven a la práctica y los vivan de manera tangible. Es la única manera de que el resto de la plantilla los adopte como suyos y los apliquen en su día a día.

Ahora se habla mucho de Talento, Imagen de Marca Empleadora, Cultura de Empresa, Valores, Aptitudes… un montón de conceptos que nos llevan a muchas preguntas: ¿sabemos qué significan realmente? ¿creemos realmente en ellos? Es decir ¿se practican (según la RAE ejecutar, hacer, llevar a cabo) estas teorías basadas en las Personas?

Leo y escucho constantemente a presidentes y directores generales hablar en estos términos, pero la mayoría de las veces los hechos no corroboran sus palabras. Llevo casi veinte años trabajando. He sido empleado de diez empresas, he formado parte de organizaciones de tres a tres mil empleados. He trabajado para españoles, americanos, holandeses y alemanes. Como proveedor, he tenido la suerte de relacionarme con, literalmente, cientos de compañías en todo el mundo. En mi absolutamente parcial, nada científica, y sesgadísima encuesta, los datos me dicen que todavía queda mucho para que las empresas apuesten, de verdad, por las personas. Una cosa es hablar (o escribir) sobre Talento y otra muy distinta es confiar o invertir en él. Con hechos, me refiero. ¿Cuántos profesionales conocemos que puedan expresar sus opiniones libremente sin miedo a posibles represalias? ¿Cuántas personas cuentan con la posibilidad de equivocarse sabiendo que el error no perjudicará a su carrera? ¿Cuántos empleados tienen voz (ya no digo voto) en las decisiones que les atañen directamente? ¿Cuánto se invierte en creatividad, en valentía o en ideas? ¿Y en cariño o comprensión?

No aspiro a verdes colinas, pájaros cantando y unicornios correteando bajo el arco iris. Hablo de datos, de rentabilidad y viabilidad. Es precisamente en los Resultados donde debemos apoyarnos los que creemos en las Personas. Sólo las hojas de cálculo nos ayudarán a “convertir” a los escépticos.

Hay buenas noticias: somos muchos los “creyentes”. Cada vez hay más empresas que están invirtiendo dinero, tiempo y recursos en Talento y Personas. Todos tenemos en mente ese grupo de “Sospechosos Habituales”. Esos que están apostando, en serio, por la Innovación (cultural, no tecnológica), el Talento (algo que todos, sin excepción, tenemos) y las Personas.

Tengo la impresión de que esas empresas sí se han preguntado: ¿quién quiero ser de mayor?

About:
Mi objetivo es ayudar a las organizaciones a conectar y a ponerse en contacto con los mejores talentos dentro de la red de LinkedIn. Llevo más de 10 años aconsejando a organizaciones de Employer Branding y adquisición de talento.

Especialidades: Recursos Humanos, Desarrollo de Negocios, Comunicación, Medios de Comunicación Social, Estrategia y Consultoría.
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